No intentes correr más rápido que con lo que tu rap abarca, prepara primero la barca con la que zarpar al azar hasta equilibrar tu balanza. Lanza después de mirar, dispuesto a tumbar a los que claman venganza, con los que apoyan sus danzas. Son los corderos en avisperos, en vísperos días, eternos con un boli. Serás noble en este infierno fuera de tiempo, pero recuerda, aquí no hay prisa por plasmar un verso al tempo.
Aunque pierdas, aunque oigas risas en cada esquina que divisas, hay un nuevo pensamiento que te inspira, que te enfila a crear nuevas letras. Ya no suspiras, ya no tiras folios sin sentido en tu escritorio. Aspiras a lo más alto cuando escribes,
sientes que te elevas hasta el techo de tu cuarto, y describes el relato de una vida en declive, por un pacto para ser libre, y salir de ese agujero que te absorbe.
Sí, DJ Joaking, que sepáis que un DJ tambien puede ponerse frente a un micrófono y rimar. Ahí queda eso. Ahí está, tío, ahí se lo has dejado, tío. Ahí te lo deja.