Era un día malo, salí del gimnasio agotado, estaba loco por pillar mi cuarto. Pero cuando estaba esperando el metro, vi a dos nazis señalándome de lejos y haciendo gestos. Oh, oh, no, por favor hoy no. Me quité la mochila y me puse en posición,
se acercaron y cuando ya estaban a mi lado pense:
'Primero doy al alto, después al bajo y me largo'.
Sí, ves cómo es El Chojin, te dije que le vi una vez por Madrid. Jo, cómo mola, me grabé tu disco de Lola, la bomba. Y me entro la ira y les tiré a la vía y llegó el tren y les pasó por encima.
Yo sólo quería un poco de paz, saqué mi discman y me puse a SFDK. Entré en el tren y ¿qué encontré?
A mi mujer besándose con ¿otra mujer?. Pero bueno, ¿no nos casábamos en enero? 'Lo siento cielo, me he dado cuenta de que no te quiero'. Perfecto, tomé asiento y el resto del viaje vi aquel espectaculo lésbico. Llegue a mi estación, le dije adiós, pero ella ni se despidió. En Cani pillé el autocar, alguien me empezó a tocar. Oiga señora, que mi culo no se toca. 'Es que estás bueno como un pastel de mocca', y pasé el resto del viaje tocado por esa señora. Oh, que se acabe este día, por favor.
Llegué a mi casa y corrí a mi habitación, pero cuando llegué mis cosas no estaban por ninguna parte. Sonó la puerta, era mi madre; 'Hijo, he estado pensando, tienes 25 años y no tienes trabajo, así que largo'. ¿Qué?, ¿me vas a echar de casa así? Dijo sí, y me tuve que ir. La molareja de esta historia es que la inspiración es lo que ves, lo que crees, pero también es lo que te apetece. ¿Ves? Esto no es más que otro LP, El Chojin, otra vez, eh.