Sintiéndote, sintiéndome
pecados y sermones son olvido
tocándote, tocándome
momento de elección, hay dos caminos.
Y si el cuerpo arde
las llamas calmarán la sed
pronto aquel remolino
salvará tu piel.
Oliéndote, oliéndome
la jungla nos devora sin aviso
sacándote, metiéndome
el agua de tu alma en mi molino.
Y la ruta es tu cuerpo
mis labios circulan por él
no los dejes caer
déjalos recorrer.
Abriéndote, cercándome
colores brillan sobre un santo herido
amándote
mi duende ya es canción amándote
se esconde en tu oración amándome.