Aunque no te fíes de mí
te digo que soy bueno, te digo que soy bueno.
Sé que me conoces muy bien
y de eso me lamento, y de eso me lamento.
Era una noche de invierno
y cuando entré por esa puerta
los malos duendes del juego
y me arrastraron a la hoguera,
su destino era una puerta.
Aunque no te fíes de mí
te digo que soy bueno, te digo que soy bueno.
Sé que me conoces muy bien
y de eso me lamento, y de eso me lamento.
Disfrazao por el misterio
era persona de esperanza,
y más tarde la avaricia
vencería la balanza,
y el final ya se esperaba.
Noche de locura y borrachera
y pongo mi alma en venta
y lo cambio todo por nada.
Soy pura víctima del vicio
puro esclavo del destino
y está escrito mi final.
Aunque no te fíes de mí
te digo que soy bueno, te digo que soy bueno.
Sé que me conoces muy bien
y de eso me lamento, y de eso me lamento.
De lo bueno me sorprendo,
de lo malo me lamento
aunque la suerte atrás se quede
y aunque pasen mil tormentos.
Y el pasar la noche en vela
soñando con mi destino
y el sueño ha sido muy corto
hay que arreglarlo un poquito.
Sendero de la esperanza,
puertecita del olvido
donde guarda mi amargura
y mi corazón herido,
y mi corazón herido.
Aunque no te fíes de mí
te digo que soy bueno, te digo que soy bueno.
Sé que me conoces muy bien
y de eso me lamento, y de eso me lamento.
Aunque no te fíes de mí
te digo que soy bueno, te digo que soy bueno.
Sé que me conoces muy bien
y de eso me lamento, y de eso me lamento.
Noche de locura y borrachera
y pongo mi alma en venta
y lo cambio todo por nada.
Soy pura víctima del vicio
puro esclavo del destino
y está escrito mi final.
Aunque no te fíes de mí
te digo que soy bueno, te digo que soy bueno.
Sé que me conoces muy bien
y de eso me lamento, y de eso me lamento.