No consigo entender el porqué de algunas cosas,
no consigo complacer lo que deseo. Reflexiono y me contengo al verte suspirar, es entonces cuando tengo ganas de saltar.
Caída libre, salta, ya no hay marcha atrás. Suelta ya tu vida, no sufras más. Quiero atravesar el suelo, poderlo acariciar. Quiero verle las entrañas, violar su intimidad.
Aún consigo retener aire en mi boca, aún percibo el calor que de mi piel rebosa. Rezo sin saber a quién confío en mi oración, y es entonces cuando tengo ganas de saltar.