Yo te esperaba y veía mi cuerpo crecer
mientras buscaba el nombre que te di.
En el espejo fui la luna llena y de perfil
contigo dentro. Jamás fui tan feliz.
Moría por sentir tus piernecitas frágiles
pateando la obscuridad
de mi vientre inmaduro.
Soñar no cuesta no y con los ojos húmedos
te veía tan alto, es más, en la cima del mundo.
Yo te esperaba imaginando a ciegas el color
de tu mirada, y el timbre de tu voz.
Muerta de miedo, le rogaba al cielo que te deje
llegar lejos, mucho más que yo.
Yo te esperaba y pintaba sobre las paredes
de tu cuarto cuentos en color.
Restaba sin parar días al calendario.
Solo tú me podías jugar el mono de escenario.
El mundo es como es y no puedo cambiártelo
pero siempre te seguiré para darte una mano.
Yo te esperaba imaginando a ciegas el color
de tu mirada y el timbre de tu voz.
Hoy que te tengo pido al cielo que me deje verte
llegar lejos mucho más que yo.
Yo te esperaba y el espejo nos miraba mientras
ya te amaba...