Hoy que no estás, el mundo se ha vestido de gris;
de pena, el cielo se va llorando por el jardín.
Hoy que no estás, mi cama no ha podido dormir.
Hoy que no estás, las calles son inútiles.
O son el eco de tu risa, o son inútiles.
Hoy que no estás, te extraña mi guitarra;
mi perro está triste; se ausenta la magia, niña.
Si no puedo verte, no quiero paisajes.
Si no me acompañas, ¿dónde voy a ir?
si no podré volver jamás a acariciarte,
seré como una orilla sin mar, sin oleaje y brisa.
Me dirá que sí, me dirá que sí.
Me quedará en el aire un pensamiento,
que se irá sincero y lento,
y en el viento flotará, hoy que no estás.
Y a pesar que me parece hasta mentira,
puede que la vida siga.
Pero si tu no estás... ¿pa que?
Y a pesar que me parece hasta mentira,
puede que la vida siga.
Pero si tu no estás... ¿pa que?
Dime, ¿pa que?
Hoy que no estás, voy a inventarme el final:
tu regresabas y no nos separabamos más.
Es mi canción; no tengo que decir la verdad.
Diré que me besas y, al darte la mano,
oiremos violines y atardecerá.
Así, cuando me entere que no estás aquí,
al menos, mi canción me dirá que sí.
Me dirá que sí, me dirá que sí, que te quedes.
Y quedará solamente un pensamiento,
que también se irá. Y te cuento que,
en el viento flotará, hoy que no estás.
Y a pesar que me parece hasta mentira,
puede que la vida siga.
Pero si tu no estás... ¿pa que?
Y quedará solamente un pensamioento,
que se irá sincero y lento,
y en el viento flotará, hoy que no estás.
Y a pesar que me parece hasta mentira,
puede que la vida siga.
Pero si tu no estás... ¿pa que?
Y a pesar que me parece hasta mentira,
puede que la vida siga.
Pero si tu no estás... ¿pa que?
Dime, ¿pa que?
Hoy que no stás. Dime, ¿pa que?
Dirá que si te quedas...
Me dirá que si, me dirá que sí.
Me dirá que sí, me dirá que sí.