Después de brindar, se levantó, se despidió de los comensales. Con delicadeza recogió el bolso Christian Dior, a juego con su traje. Atravesó el salón donde de chica jugaba a ser grande. y pensó cómo todo cambió. 'La vida no es un juego', decía su padre.
Y es que no hay nada más triste que recordar los sueños del pasado, para comprobar qué poco se cumplió de lo que habíamos soñado. Y es que no hay nada más triste que recordar los sueños del pasado.
Reconsideró la situación antes de seguir adelante,
y escuchó las risas en el comedor y decidió que ya era tarde. Subió a la habitación donde el viejo reloj marcaba sus horas, era justo media noche y sacó del bolso una pistola.
Y en medio de la cena se escuchó un disparo que arruinó la fiesta. Y es que en las mejores casas, a veces ocurren cosas como estas.
Y es que no hay nada más triste que recordar los sueños del pasado, para comprobar qué poco se cumplió de lo que habíamos soñado. Y es que no hay nada más triste que recordar los sueños del pasado.
Y en medio de la cena se escuchó un disparo que arruinó la fiesta. Y es que en las mejores casas, a veces ocurren cosas como estas.