Voy a escribir lo que no me animo a decir
de mi soledad y de mi corazón.
Resulta difícil verte a los ojos
para decirte que ahora ya no le quiero.
No es novedad que entre ambos
la magia no existe
y si estamos juntos
estamos desiertos.
Estas líneas son las que pronto vas a leer.
Pero yo no voy a volverme un paso atrás,
porque hace tiempo sabemos esto.
Nos envolvimos en miedo, costumbre y recuerdos.
Al abrazar nuestro cuerpos a nadie tenemos,
te pasa lo mismo cuando hacés silencio.
Abrazando ausencias...
Abrazando ausencias...
No podremos ser enemigos
ni amigos que
tienen en común la disputa
o un ideal.
No nos queda nada entre nosotros.
Hasta me animo a decirte
quizás aún me quieras...
pero no vale la pena.
La lucha se acaba
cuando simplemente,
no vale la pena.
Abrazando ausencias...
Abrazando ausencias...