Sé que lo que me has dicho hoy, sabiendo que estoy como estoy, es un desafío, un loco desvarío, capricho intolerable.
No pretendas improvisar sentencias con que condenar, pecados y vicios que aún no he cometido. Es todo cuanto pido.
La mano en el fuego, así te sigo el juego. Me quemo siempre por tí, he renunciado al cielo,
me arrastro por el suelo.
La mano en el fuego, y ya veremos luego. No lo hago sólo por mí, y no me voy a arrepentir.
Bien, dejemos el tiempo correr pensando que no habrá otra vez. Que ya no eres mio, que no soy tan
frío, abismo insoportable.
No, no tengo motivos. Sí, sí, mucho que perder,
pero siento las llamas están cerca, abrasándome,
abrasándome.
La mano en el fuego, así te sigo el juego. Me quemo siempre por tí, he renunciado al cielo,
me arrastro por el suelo.
La mano en el fuego, y ya veremos luego. No lo hago sólo por mí, y no me voy a arrepentir.