Ayúdame, Dios mío,
ayúdame a olvidarla,
arráncame del alma
esta pasión tan loca.
Ayúdame, Dios mío,
no quiero recordarla.
Prohíbele a mi boca
que la vuelva a nombrar.
Si escribiste el destino de los dos
con diferentes rutas,
no me dejes pecar al querer alcanzar
lo que no puede ser.
Ayúdame, Dios mío,
ayúdame a olvidarla,
matando este cariño
que no puedo evitar.
Ayúdame, Dios mío...