Letra de Ataque De Tos, Joaquín Sabina



Tendrías que haber visto el careto 
angelical de un servidor 
el dia de mi primera comunión. 
Disfrazado de contraalmirante 
y repeinado el pelo con fijador 
no veas como era el cante 
que iba dando yo. 
Cuando el párroco se inclinó 
hacia mí temblé de emoción; 
iba a llegar 
a mis labios el dulce manjar... 

Pero no 
pude recibir el sacramento, 
me lo impidió un violento 
ataque de tos. 

Dieciseis veranos después 
me ví de pingüino ante el altar otra vez 
decidido a casarme, por fin, con Mari Cruz. 
Al sonar la marcha nupcial 
a mi pobre suegra le dió por llorar, 
me hizo un guiño la novia 
bajo el velo de tul. 
"¿Quieres -Dijo Fray Bernabé- 
por esposa a esta mujer?" 
Raudo y feliz 
iba yo a responder que sí... 

Pero no 
pude consumar el casamiento, 
me lo impidió un violento 
ataque de tos. 

Cuando la perentela que nunca me tragó 
supo que me moría 
alrededor del lecho de dolor 
velaron noche y día; 
pero no soy tan tonto para no advertir 
que al calorcillo de la herencia 
se reconcilian Abel y Cain 
y el tajo pasa por Valencia. 

La bruja de mi nuera "papa, 
-me dijo- le conviene testar, 
póngase usted 
gafas, le traigo pluma y papel"... 

Pero no 
conseguí firmar el testamento 
porque me mató un violento 
ataque de tos. 

Pero no 
pude recibir el sacramento, 
me lo impidió un violento 
ataque de tos. 

Pero no 
pude consumar el casamiento, 
me lo impidió un violento 
ataque de tos. 

Pero no 
conseguí firmar el testamento 
porque me mató un violento 
ataque de tos.

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