Emilio, Emilio aunque no lo creas, no son un par de piernas largas a tu lado lo que necesitas para andar bien, hay más en ellas de lo que cree el tiempo que las ha comido, mantenido tanto debajo de su pie.
Señora esposa de candidato desde donde puede ver, las cosas no son tan claras como cree usted, al decirlo todo como si conociera la cara de la multitud a quien piensa representar.
Ya puedo ver y sentir, y hablar por mí.
Violeta, y Mariela, y Ana, y Graciela en el fondo de esa voz, que grita y reclama y dice con pancartas: dime si no traes el mismo pantalón que dices odiar, que trae cada uno de quienes te pagan, no te dejan andar, andar.
Ya puedo ver y sentir, y hablar por mí, ya...
Cada quien hablando con su propia voz, cada quien tomando su desición, cada quien contando historia, historia distinta, cada quien hablando con su propia voz, ya, ya...