Salieron de madrugada
se oía el canto de los
gallos iban hacer dos jornadas
al lomo de sus caballos
la fiesta se celebraba
en el rancho del Pitayo.
Su padre les dio un consejo
cuando a partir se aprestaban
cuiden muy bien el pellejo
por que la vida se acaba
en las palabras del viejo
los tres hermanos pensaban.
Pedro le dice a Fabián
dale un trago a José Luis
que beba de ese mezcal
pa que se sienta feliz
que a horita nomás al llegar
nos vamos a divertir.
Cuando arribaron al baile
a bailar se dirigieron
la muerte andaba en el aire
ellos no la presintieron
como les dijo su padre
cuando del rancho salieron.
Eran muchos los rivales
viejos rencores surgieron
rondando tras los jacales
abrieron todos el fuego
así matan los cobardes
cuando los acosa el miedo.
Un viejito solitario
sin esperanza ninguna
cuida el rancho y tres caballos
como toda su fortuna
va al panteón de ves en cuando
a visitar las tres tumbas.