Eres mi bien, lo que me tiene extasiado, por qué negar que estoy de tí enamorado; de tu dulce alma,
que es toda sentimiento.
De esos ojazos negros de un raro fulgor, que me dominan e incitan al amor. Eres un encanto, eres mi ilusión.
Dios dice que la gloria está en el cielo, que es de los mortales el consuelo al morir.
Bendito dios, porque al tenerte yo en vida, no necesito ir al cielo si tú, sí alma mía, la gloria eres tú.