Tú, la misma, siempre tú,
amistad, ternura, qué sé yo.
Tú, mi sombra has sido tú,
la historia de un amor que no fue nada.
Tú, mi eternamente tú,
un hotel, tu cuerpo y un adiós.
Tú, mi oculta amiga, tú,
un golpe de pasión,
amor de madrugada.
No existe un lazo entre tú y yo,
nada de amores,
nada de nada.
Tú, la misma de ayer,
la incondicional, la que no espera nada.
Tú, la misma de ayer,
la que no supe amar, no sé por qué.
Tú, intensamente tú,
soledad, cariño, yo qué sé.
Tú, mis horas bajas, tú,
un cuerpo de mujer, un par de rosas blancas.
No existe un lazo entre tú y yo,
no hubo promesas
ni juramentos, nada de nada.
Tú, la misma de ayer,
la incondicional, la que no espera nada.
Tú, la misma de ayer, la que no supe amar, no sé por qué.
Tú, la misma de ayer,
la incondicional, la que no espera nada.
Tú, la misma de ayer, la que no supe amar, no sé por qué.