Letra de La cantata del diablo(missit me dominus), Mago Deoz(cdh_crü)
Cae la noche, niebla eterna.
Ocúltase ya la luz.
Frío yermo, rompe y hiela.
Lágrimas del corazón.
Sueña la vida que se ve morir.
En trozos de miedo es duro vivir.
Sueños de muerte, desvélate,
Santa condena, auto de fe.
En nombre de la única religión
Dictamos sentencia y te condenamos
A la piadosa purificacióN
Del fuego y el dolor.
En manos de Dios debes de poner
Tu alma, tu hacienda y todos tus pecados. Víctor
Acepta a Cristo y encomiéndate,
Pues pronto darás cuentas a Él.
Diabulus in Gaia
Missit me Dominus
Quisiera ser el viento
Para poder huir de mí. José
Que calle el silencio, enmudezca el terror.
Quisiera no morir.
Me inventaré otra vida,
mis sueños decoraré Leo
y los cubriré de tus besos -pensó-
Quemad mi alma también!!
¿Reniegas de Satán, de sus obras y sus vicios?
¿De la Necromancia, de la Magia y el Tarot? Víctor
Yo soy la virtud de la Iglesia y sus principios.
Si no te arrepientes, tu alma se condenará.
Hoy la Libertad se ha quedado dormida y en silencio.
Hoy la Libertad ha cerrado por defunción.
Hoy la Libertad se ha muerto de pena y melancolía.
Hoy no hay Libertad, Dios hoy no está aquí ni vendrá.
Quisiera ser olvido
para nunca recordar. Leo
Quisiera ser brisa, y así acariciar
la vida una vez más.
Qué fría es la promesa
de otra vida junto a Dios, Leo
si en esta ni estuvo, ni supo de Él.
La hoguera es su ataúd.
Antes de morir y que el fuego haga su oficio,
¿aceptáis a Cristo, a su iglesia y su poder?, Víctor
¿renunciáis al Dios llamado Naturaleza?
Gaia es sólo madre del pecado y del terror.
Hoy la Libertad
se ha quedado dormida y en silencio.
Hoy la Libertad ha cerrado por defunción.
Hoy la Libertad
se ha muerto de pena y melancolía.
Hoy no hay Libertad,
Dios hoy no está aquí ni vendrá.
Gaia
Hoy la vida llueve penas,
gotas de desesperación. José
Mis lágrimas son ríos, venas
desangrándome el corazón.
La memoria de una mujer
son los besos que recibió. José
En tus labios yo viviré,
y en tu olvido, yo moriré.
Hoy mis lágrimas se quieren suicidar
acurrucadas, morir en tu piel.
Han nacido secas, tienen sed.
Mi llanto hoy se quiere morir.
Como un beso prometido
a tu alma es mi voz. Aurora
Soy lo muerto, y lo vivido,
soy la calma, soy tu Dios.
Cierra los ojos y te llevaré
donde los sueños se hacen canción.
La vida duele, te curaré.
Duérmete y sueña, te acuna mi voz.
Hoy mis lágrimas se quieren suicidar
acurrucadas, morir en tu piel.
Han nacido secas, tienen sed.
Mi llanto hoy se quiere morir.
Si tus lágrimas se quieren suicidar,
guárdalas, pues vas a llorar. Aurora y Leo
Llorarás océanos de Paz.
Duérmete, ya no hay dolor.
"En nombre de la Libertad,
la fe en uno mismo y la Paz,
quemad las banderas!!
No a la religión!!
Y que tu dios sea canción
compuesta con el corazón.
Y que tu país sea donde te lleven los pies..."
Missit me Dominus
Missit me Diabulus
Missit me Satanas
Gaia
Ahora al fin soy aire, y mi maldición caerá.
El fin de la Iglesia muy pronto vendrá,
Mi voz despertará.
Hoy la Libertad...
Hoy la Libertad...
Hoy la Libertad...
Padre Nuestro, de todos nosotros,
de los pobres, de los sin techo,
de los marginados y de los desprotegidos,
de los desheredados
y de los dueños de la miseria,
de los que te siguen
y de los que en ti ya no creemos.
Baja de los cielos,
pues aquí está el infierno.
Baja de tu trono,
pues aquí hay guerras, hambre, injusticias.
No hace falta que seas uno y trino,
con uno sólo que tenga ganas de ayudar, nos bastaría.
¿Cual es tu reino?¿El Vaticano?
¿La banca?¿La alta política?
Nuestro reino es Nigeria, Etiopía, Colombia, Hiroshima.
El pan nuestro de cada día
son las violaciones, la violencia de género,
la pederastia, las dictaduras,
el cambio climático.
En la tentación caigo a diario,
no hay mañana en la que no esté tentado de crear a un Dios humilde,
a un Dios justo.
Un Dios que esté en la tierra,
en los valles, los ríos,
un Dios que viva en la lluvia,
que viaje a través del viento
y acaricie nuestra Alma.
Un Dios de los tristes, de los homosexuales. Un Dios más humano...
Un Dios que no castigue, que enseñe.
Un Dios que no amenace, que proteja.
Que si me caigo, me levante,
que si me pierdo, me tienda su mano.
Un Dios que si yerro no me culpe
y que si dudo me entienda.
Pues para eso me dotó de inteligencia,
para dudar de todo.
Padre Nuestro, de todos nosotros,
¿por qué nos has olvidado?
Padre Nuestro, ciego, sordo y desocupado,
¿por qué nos has abandonado?