Que suerte la mía tener azul el corazón,
color melancolía no se quien me lo pinto,
les juro que quisiera a veces no sentir
desconocer el alma y ser vació tal vez feliz,
Es arma de doble filo la sensibilidad
pero si cierro los ojos podría tropezar
Coro
y es por eso que ven que subo y luego vuelvo a bajar
lo que siento me toma tiempo y no, no lo puedo ignorar
ya llegara el momento ese punto perfecto sin cambiar.
Existen tres sirenas que andan por ahí
dueñas de los poemas que con sangre escribí
ve y pídeles por mi te den de la poción
para no sentir nada en su corazón,
No se hasta donde sostenga esta fragilidad
de pronto viene y me llena no lo puedo evitar
Coro