Fue tan tremenda la secuela;
de aquel golpazo en la escuela.
Que te mandó a otro mundo,
cambió tu vida en un segundo,
justo a la hora del recreo.
Lo que siguió fueron todos hospitales;
especialistas en deficiencias mentales.
Metiendo cubos en triángulos,
bucándole al círculo ángulos,
y te diagnosticaron locura.
Te abandonó tu padre y tu madre,
y hasta el maldito apellido aquél,
te abandonó la comadre y el compadre de tus padres
y hasta el tío Ismael.
El amor apagó el foco,
¿A quién le interesa un loco?
Excepto al mismo loco aquel.
Dónde está el manicomio para Dios
Ahí adentro o aquí afuera.
Dónde se han fraguado las matanzas
Ahí adentro o aquí afuera.
Regálame un poquito,
un poquito de locura,
que me ando fijando mucho en la marca de mi pantalón.
Se te apagó la luz o la encontraste
Se te zafó un tornillo o lo apretaste
Cuál es la dimensión de la locura
Si es más cuerdo el que piensa o el que mira a la luna.
Si es más cuerdo el que piensa o el que mira a la luna.
Te agarraste de una nube y te escapaste.
Al primer planeta que encontraste.
Y sin darte cuenta te salvaste
de todas las cosas que dejaste.
De la geometría, de la geografía, de la economía,
de todo este mundo y sus cursilerías.
De estar a la moda, de ser una escoba, de una novia boba,
y hasta de una posible boda.
Se te apagó la luz o la encontraste
Se te zafó un tornillo o lo apretaste
Cuál es la dimensión de la locura
Si es más cuerdo el que piensa o el que mira a la luna.
Si es más cuerdo el que piensa o el que mira a la luna