Tengo una cama que hace ruido,
un cuarto semi derruido y un reloj.
Una olla express en la cocina,
una barbie que es de mi sobrina y seis cassettes.
Una guitarra que se afina,
con el Do mayor que lanza el ferrocarril.
Y una tele blanco y negro que hay que verla de perfil.
Tengo tu foto pegada al borde de mi mesa de noche.
Y tengo un vocho por coche que es toda una aventura.
Tengo un cepillo de dientes rojo,
desodorante y agua caliente;
y una reputación de indecente por culpa de una vecina.
Tengo un saco, cinco jeans, siete camisas,
unas botas y unos Nike desvencijados.
Una copia de una Van Gogh, catorce deudas,
y sólo un saldo a mi favor,
y es que cuando llegas por las noches
le pones el ruido a mi colchón.
Millonario de luz con tu mirada sin denominación
haces magnate el corazón.
Y mientras la bolsa se derrumba en Wall Street,
tu me haces un streap-tease tan personal como un lunar.
Yo no puedo ser rico sin ti, ni pobre cuando estás conmigo.
Tengo tu risa por fortuna,
y un palco para ver la luna en mi azotea
un boleto directito al cielo
abordando el vuelo entre tus brazos.
Tengo un trabajo suficiente
para darnos el lujo de pagar puntual la renta;
y lo demás es lo de menos y corre todo a mi cuenta.
Millonario de luz con tu mirada sin denominación
haces magnate el corazón.
Y mientras la bolsa se derrumba en Wall Street,
tu me haces un streap-tease tan personal como un lunar.
Yo no puedo ser rico sin ti, ni pobre cuando estás conmigo