Amapola, lindísima amapola,
será siempre mi alma tuya sola.
Yo te quiero, amada niña mía,
igual que ama la flor la luz del día.
Amapola, lindísima amapola,
no seas tan ingrata y amamé.
Amapola, amapola,
¿cómo puedes tú vivir tan sola?
Yo te quiero, amada niña mía,
igual que ama la flor la luz del día.
Amapola, lindísima amapola,
no seas tan ingrata y amamé.
Amapola, amapola,
¿cómo puedes tú vivir tan sola?