Ahora empiezo a comprender, todo lo que sucedió,
aquella tarde de invierno.
Recuerdo que te miré y noté dentro de mí
un extraño sentimiento.
Con la luna por testigo de una noche de pasión,
se unieron dos corazones y entonces nació el amor.
Recuerdo que tu no hablabas, hablaba tu corazón
y me decía bajito el secreto de tu amor.
Dame un poco de cariño y quédate a mi lado,
que nos une el destino.
Dame un poco de cariño y quédate a mi lado,
que nos une el destino.
Cuando la noche pasó y al fin el sol se asomó
y a mi lado tú seguías,
de pronto escuché tu voz, que dulcemente sonó,
diciéndome que te ibas.
Te acompañé caminando sin dejarte de mirar,
yo me encontraba nervioso y no dejaba de pensar.
Sabía que volverías y tú lo sabías igual,
fue por eso al despedirnos un momento tan especial.
Dame un poco de cariño y quédate a mi lado,
que nos une el destino.
Dame un poco de cariño y quédate a mi lado,
que nos une el destino.
Mira a lo que has dado lugar, me has vuelto loco, no dejo de soñar.
Mira a lo que has dado lugar, nuestras ropitas, juntas ya se lavaran.
Ahora esto es un laberinto con principio y sin final,
en el que estamos unidos y dispuestos a caminar.
Será mejor que te olvides, ya nunca sola estarás,
tú estarás siempre conmigo y yo te daré la eternidad.
Dame un poco de cariño y quédate a mi lado,
que nos une el destino.
Dame un poco de cariño y quédate a mi lado,
que nos une el destino.