Sólo pido perdón, ojos que lloran suplicando su amor. Son mis manos mi dolor, todo mi cuerpo se estremece. Puedo ver tu rostro, puedo oír tu voz.
Puedo ser tu diestro, ¿dónde estás, señor?.
Cada golpe me ha partido en dos, clavado en mi propia cruz. Un dios no puede permitir esto, un dios.
Sólo pido tu amor, cuerpos que mueren sin tu compasión. Es mi sangre, mi sudor, todo el cielo se oscurece. ¿Dónde está tu reino?, ¿dónde está tu luz?. Quiero oírte, padre. Rompo mi fé en dios.
Cada golpe me ha partido en dos, clavado en mi propia cruz. Un dios no puede permitir esto, un dios. Me mintió, me mintió, cada golpe me recuerda su amor; mintió.